Parece que últimamente mis entradas van sobre
medios de transporte. El otro día tocaron los aviones y hoy le toca el turno a
algo que me gusta muchísimo más, las bicicletas. Y es que a mi me encantan las
bicis. Sin duda, son el mejor de todos los medios de
transporte. Pero no os creáis que me encanta el ciclismo, de hecho es el único
deporte que no me gusta porque me canso con solo verlo. No me van las bicis de
carreras, a mi lo que me gustan son las bicicletas de paseo, esas que van hasta
con cestita.
Todo esto comenzó cuando empecé la
universidad. Todavía no tenía carnet de coche así que tenía que ir en autobús,
pero pasarme una hora y media al día, entre ida y vuelta, metida en un autobús, no me gustaba nada, así que se me ocurrió la idea de la bicicleta. Pedí una para
mi cumpleaños y me regalaron una de paseo bastante buena. Mis padres insistían
en lo de la cesta pero a mí eso me daba demasiada vergüenza, así que ahí iba yo
el primer año a la uni, en bici y con el bolso colgando del hombro. Hasta que
me cansé de que cada tres pedaladas se me resbalara el bolso, de que el peso de
un lado del cuerpo me desequilibrara y de llegar a clase con media espalda
dolorida. Mira que a veces hacemos cosas estúpidas por culpa de la vergüenza…
De esta manera, acabé optando por comprarme una cesta y, sin duda, la cosa
mejoró bastante. Ahora soy feliz con mi bicicleta de paseo y su cesta, aunque
he de decir que desde que me saqué el carnet la uso bastante menos…
Hace unos años fui quince días de vacaciones
a Holanda y una de las cosas que más me gustó fue la cantidad de bicis que
había por todos lados. La gente iba al trabajo en bici, al colegio, a la
universidad. Los párquines de bicicletas estaban siempre llenos y tenían sus
propios carriles a lo largo y ancho de cualquier ciudad. Aquí la verdad es que
cada vez veo más, pero aún así la gente no abandona demasiado la comodidad del
coche.
No me voy a parar ahora a decir las miles de
ventajas que tiene ir en bicicleta. Hacer deporte, no contaminar o respirar
aire limpio solo son las primeras de una larga lista. La verdad es que yo no
solo utilizo la bicicleta para ir a clase, también me encanta dar paseos y en
cuanto sale el sol aprovecho para cogerla. Si algo tengo claro es que las
bicicletas no sólo son para el verano.
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